Chocolate prehispánico: la bebida ancestral que honraba a los dioses

El chocolate tiene su origen muchos años atrás en la historia de Mesoamérica, antes de convertirse en el bombón, bebida o tableta que se conoce hoy en día. De hecho, civilizaciones como los mexicas, olmecas y mayas, consideraban al chocolate prehispánico como un elixir sagrado. Era un símbolo de poder y una ofrenda para los dioses.

Aquí, hablaremos del origen del chocolate prehispánico, cómo era preparado por las antiguas civilizaciones y cuál era su importancia en ceremonias.

Tabla de contenidos
  1. El origen del chocolate prehispánico
  2. ¿Cómo preparar chocolate al estilo de la época prehispánica?
    1. Ingredientes
    2. Preparación
  3. Importancia en ceremonias
  4. Un legado que perdura

El origen del chocolate prehispánico

Todo comienza con el cacao, semilla de donde nace el chocolate. Esta palabra proviene del náhuatl "cacahuatl" y es una planta cuyo uso se remonta a más de 3.000 años atrás. Era cultivado en regiones tropicales del sur de México y Centroamérica, teniendo sus primeros registros con los olmecas. Posterior a ello, su consumo fue refinado por la civilización maya, pues tenía lugar en ceremonias.

De acuerdo con los mitos de los mexas, el cacao era considerado un obsequio divino. De hecho, se decía que, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, robó el árbol del cacao del paraíso para entregárselo a los hombres. En consecuencia, su fruto era tan valioso que se utilizaba como moneda, tributo imperial o alimento reservado para los nobles, guerreros y sacerdotes.

¿Cómo preparar chocolate al estilo de la época prehispánica?

El chocolate prehispánico se caracterizaba por no ser ni dulce ni cremoso, como se conoce hoy en día, sino amargo y especiado. Se consideraba una bebida ritual consumida en ceremonias, con sabor intenso y textura espesa, cuya preparación era muy sencilla.

Ingredientes

Por lo general, los ingredientes para preparar el chocolate al estilo de la época prehispánica variaban de acuerdo a la ocasión y región. Por lo general, los más comunes eran:

  • Granos de cacao tostados, de 30 a 50 gramos por ración.
  • Agua, ya sea a temperatura ambiente o caliente, 200-250 ml por ración.
  • Chile, puede ser de árbol o piquín, ¼ por porción.
  • Maíz tostado o masa, para espesar la bebida (es opcional).
  • 1 trozo de vainilla en vaina.
  • 3 bayas de pimienta gorda.
  • 1 raja de canela.

Preparación

Para comenzar a preparar el chocolate prehispánico, se deben seguir estos pasos:

  1. Tostar el cacao: es necesario colocar los granos de cacao sobre un comal de barro para tostarlos. Esto facilita el pelado de la semilla y resalta su aroma
  2. Hervir el agua: se debe poner a hervir la cantidad de agua designada en una olla y agregar las especias, como los chiles, la pimienta, la canela o el achiote.
  3. Moler en metate: una vez pelados los granos, hay que molerlos en un molino de disco. Años atrás, se molían a mano en un metate hasta obtener una pasta densa y aceitosa. Como paso opcional, se puede añadir maíz tostado para espesar y dar textura.
  4. Mezcla con agua: una vez conseguida la pasta de cacao, se debe mezclar con agua en una jarra. Lo ideal es obtener una consistencia semilíquida.
  5. Batir para espumar: con ayuda de un batidor de mano o al verter la bebida de un recipiente a otro desde cierta altura, se puede producir espuma abundante. Esto, antes era símbolo de calidad y prestigio.

Como resultado, se obtendrá una bebida amarga y ligeramente picante.

Importancia en ceremonias

En el mundo prehispánico, el chocolate era más que una bebida, pues se consideraba:

  • Una bebida ritual: en ceremonias religiosas, se ofrecía a los dioses y era consumido por sacerdotes.
  • Un símbolo de estatus: tenía lugar en encuentros diplomáticos y banquetes rituales por la élite.
  • Alimento de guerreros: se creía que el chocolate podía brindar energía y vigor, por lo que era consumido por guerreros antes de entrar al campo de batalla.

Un legado que perdura

Aunque en la actualidad se transformó con la incorporación de azúcar, leche y otros ingredientes, su impacto cultural e importancia ha perdurado. Hoy en día, el chocolate sigue siendo un elemento sagrado y que ayuda a "nutrir el alma".

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